¿Cuáles son las ventajas y los retos de la implementación del etanol en la gasolina?

Introducción

El uso de etanol como aditivo en la gasolina ha sido una política implementada por diferentes países desde hace más de 30 años. Países como Estados Unidos y Brasil han sido pioneros en la implementación de este producto como oxigenante del combustible, teniendo mezclas desde el 10% (E10) hasta 85% (E85) de etanol con respecto a gasolina. Ambos países lideran también la producción de etanol, aprovechando la producción de sectores como el maíz y la caña de azúcar en Estados Unidos y Brasil, respectivamente, para la producción de etanol como subproducto.

Existen diversos argumentos a favor de la implementación de esta mezcla de etanol y gasolina como combustible, que van desde análisis científicos sobre el impacto ambiental del combustible, hasta argumentos más políticos relacionados a la necesidad de darle estabilidad al sector agricultor y la importancia de contar con independencia energética en materia de combustibles. El uso de etanol suele estar regulado por medio de disposiciones gubernamentales que hacen obligatorio el incluir un aditivo en la gasolina para minimizar el impacto en el medio ambiente.

A pesar de que muchos países del mundo ya cuentan con disposiciones relacionadas a la implementación de esta mezcla desde hace muchos años, en otros países como Guatemala aún se sigue discutiendo la posibilidad de esta regulación. Esto plantea la necesidad de analizar las ventajas y los retos que existen al momento de establecer una normativa que permita aprovechar la producción ya existente de etanol en el país.

Ventajas:

Reduce las emisiones en los vehículos.

Una ventaja importante de producir con etanol es la reducción de las emisiones de gases de los vehículos. En la actualidad, existe una gran preocupación a nivel mundial para tratar de reducir la emisión de gases que puedan aumentar el CO2 a nivel mundial. Se han llevado a cabo acciones que pueden reducir las emisiones totales de los vehículos como la implementación de automóviles electrónicos. Sin embargo, estos requieren o necesitan un nivel de disminución en el uso de combustibles, lo que significa un proceso dificultoso dada la alta dependencia de la utilización de combustible en la actualidad.  Por ese motivo, la implementación del etanol en los combustibles es una buena alternativa para mejorar este proceso. Para 2017, a raíz de un estudio en Brasil financiado por la entidad privada RenovaBio, se estima que la utilización de etanol en la gasolina puede llegar a disminuir una cantidad importante de emisiones de gases contaminantes.  (Cutz, Tomei, & Nogueira, 2020).Cuando el etanol se utiliza en el combustible vehicular, se reporta una reducción de emisiones d 1,347 kgCO2/litro de etanol (métrica para medir el impacto de CO2 emitido por litro). Además de eso, desde el año 2000, Guatemala ha tenido un crecimiento sostenido en la emisión de CO2 por medio de la gasolina tradicional. En contraste, el Etanol a tenido menos incidencia en las toneladas de emisión de CO2 durante los últimos años. Una implementación de impactaría con una reducción significativa para las emisiones totales. La siguiente grafica muestra la comparación entre la emisión con combustible regular y con la mezcla de 10% de etanol:

Mejora la calidad del aire

La implementación de etanol también impacta en la calidad del aire que se libera de los combustibles tradicionales. En la actualidad se tienen muchos conceptos erróneos del impacto del uso del etanol con respecto a la calidad del aire. Muchos grupos que están en contra de implementar medidas para fortificar el combustible con etanol argumentando que su utilización aumenta la cantidad de smog en el aire y que esto incrementa la transmisión de gases invernadero. La realidad es que los estudios empíricos demuestran lo contrario en ambos casos.

En el primer punto se puede mencionar que la utilización de Etanol reduciría la emisión de smog y CO2 comparado con la gasolina que se utiliza hoy en día en un monto de entre 10 y 15 % según estudios realizados por la Universidad de California.  (Renewable Fuels Association, 2022). En este estudio realizado para estados de Estados Unidos se determinó que en los sectores donde más se utiliza este compuesto menos concentración de contaminantes de ozono se encuentran.  Un ejemplo puntual se observa en el Estado de Iowa, en donde a partir de 2018 con la implementación de estos compuestos, existió una reducción de 50% con respecto al año anterior en la cantidad de días con emisión de gases tóxicos por encima del promedio. Finalmente, se explica que el etanol contiene menos presión de vapor que la gasolina convencional en una cantidad de 1 a 2 % menor. Todo esto conlleva a una relación inversa que se puede comprobar entre la cantidad de etanol utilizado y la concentración de ozono, en donde entre más se utiliza esta fuente, menos concentración de ozono.

En lo que respecta a los gases invernadero, se explica también que el etanol reduce estos entre un 40 y 50%.  Las investigaciones realizadas por instituciones importantes como Harvard o MIT indican que la reducción de estos gases es de 46% con este compuesto vs gasolina tradicional.   (Renewable Fuels Association, 2022)

Aumenta la independencia energética

Con la utilización más constante del etanol, se puede llegar a poseer mayor independencia en el sector eléctrico relacionado al consumo de combustibles. Guatemala actualmente tiene costos elevados debido a que no es un país que produzca combustible por su propia cuenta. Según registros del Gobierno de Guatemala, hasta el momento actual en 2022 se registra un total de gasto en importaciones de gasolina regular y super de Q685,907,281.96 y diésel de Q666,551,110.78. ( Ministerio de Energia y Minas, 2022)

Guatemala, al ser un país que produce más etanol del que podría exportar, reduciría los costos de importación de este tipo de combustible. Guatemala es el máximo productor de este compuesto en la región con una cantidad de 44% sobre el total de Centro América. Esto se estima en una producción estimada de 27 millones de litros anualmente desde 2004. También se observa un precio de exportación del derivado bastante importante, un precio de 0.7 dólares por litro en su pico, lo que significaría casi 19 millones de dólares en ganancias de exportaciones. Además de eso, se generaría un mercado más estable y menos dependiente de situaciones que puedan ocurrir en el exterior. Finalmente, se puede llegar a tener estabilidad en los precios al no excederse los costos de importación sobre los precios del mercado de los combustibles.  (Cutz, Tomei, & Nogueira, 2020).

Reduce los precios a consumidores

El implementar etanol en el combustible es un tema interesante de analizar, ya que la intuición puede sugerir que los costos adicionales son algo negativo sobre la economía. Sin embargo, las estadísticas empíricas demuestran todo lo contrario. Esto se puede determinar con las propuestas bajo las oportunidades de los precios en la venta de combustible, las alternativas de su implementación en circunstancias donde la oferta es reducida ya sea por importaciones o producción en Guatemala y las razones principales de la discrepancia de precios en Guatemala.

Durante la etapa de alza en los precios del combustible durante los últimos años se puede evidenciar la volatilidad del precio para los distintos sectores. El realizar o designar un compuesto con etanol sin embargo puede causar una generación de precios más barata. En Estados Unidos se puede evidenciar esto. En marzo de 2022 se evidencio un comportamiento de 3.68 dólares el galón de gasolina vs un precio del etanol de 2.55 dólares. Una diferencia de un dólar con trece ($1.13).  (Renewable Fuels Association, 2022) El reducir la demanda por gasolina a base de petróleo crudo a base de la utilización de etanol. Además de eso, es importante considerarlo como alternativa desde el punto de vista de la oferta ya que los inventarios de petróleo crudo son escasos y la demanda supera a la oferta, por lo que esta alternativa es importante.

A parte de eso, las circunstancias actuales en lo que respecta a la oferta de petróleo proveniente de Rusia es preocupante. Por ejemplo, ara 2021, el 7% del total de importaciones de crudo para USA provenían de Rusia.  (Renewable Fuels Association, 2022) Sabiendo que el mundo tiene una gran dependencia hacia esas exportaciones de crudo, y Guatemala no es la excepción. Estas circunstancias hacen que la alternativa del etanol pueda ser viable, debido a que el costo de importación de Guatemala seria mínimo, dada la abundante cantidad del producto que se tiene en stock.

En el caso de Guatemala, basado al estudio de la política de energía, se puede inferir también de que el costo de implementar etanol es elevado debido a barreras gubernamentales importantes. El primero fue el decreto 17-85 en el que se propone la sustitución de petróleo por combustible producido a partir de fuentes domesticas renovables. Este decreto fijo cuotas y precios de producción, así como un pago de impuestos de los productores que equivale al 2.5% de la producción de etanol. La segunda es la Ley de Incentivos para el desarrollo de Proyectos en Energías Renovables (DPRE), que establece exenciones de impuestos a la importación de equipos/maquinarias relacionadas con procesamiento de alcohol y bienes intermedios. En la actualidad ninguna ley ha sido implementada y un mercado interno para biocombustibles aún no se ha materializado. Esto conlleva a precios mas elevados de lo normal asi como imposiciones tributarias significativas lo que genera un aumento en el precio nominal de los bienes que utilizan etanol. Si se revierten esos impuestos, los datos de Estados Unidos indican una reducción de hasta mas del 40% sobre los precios actuales, lo que consolidaría al compuesto como una propuesta realista. Si se van esos impuestos, también se terminarían los precios elevados si se utiliza el compuesto.

Estas son algunos factores que demuestran una mejora en el precio de los compuestos alternativos.

Retos:

¿Es necesaria la intervención del Estado?

El incluir una mezcla de determinado porcentaje de etanol u otros compuestos que oxigenan la gasolina suele estar regulado por disposiciones gubernamentales o por legislación. Principalmente, las legislaciones buscan mitigar los efectos contaminantes de los combustibles fósiles al incluir oxigenantes renovables como el etanol en porcentajes que van desde el 10% hasta el 85%. Estas disposiciones al tener carácter ambiental son aplicadas a la totalidad de los productos disponibles, haciendo obligatorio el mezclar por lo menos un aditivo en la gasolina.

Por otro lado, no todos los países cuentan con un sector productivo que genera etanol como subproducto, o al menos en las cantidades necesarias para suplir la demanda nacional una vez las disposiciones entre en vigencia. Esto hace que los Estados busquen incentivar la producción de estos aditivos por medio de exenciones fiscales y subsidios para pequeños, medianos y grandes productores. La independencia energética es uno de los argumentos que favorece el uso de etanol en la gasolina y el contar con una producción interna estable que sea capaz de suplir la demanda interna es una política que primordial para muchos Estados.

Con respecto a los incentivos fiscales, la Asociación de Combustibles Renovables de Estados Unidos menciona que existen 5 incentivos en la actualidad en dicho país: la segunda generación de créditos fiscales para producción de biocombustibles, depresión acelerada de la propiedad de plantas de biocombustibles de segunda generación, crédito para la propiedad de estaciones de abastecimiento de combustibles alternativos de vehículos, crédito para mezclas alternativas de combustible y el crédito por captura de carbono Q45 (Renewable Fuels Association, 2022). Estos incentivos tienen como objetivo promover diferentes partes del proceso de implementación de la mezcla de etanol, desde la producción hasta la distribución y expendio del combustible.

La implementación del etanol en la gasolina también requiere de una inversión importante en infraestructura. Esta inversión puede ser realizada de forma privada, pero requiere de la certeza de una política que regule el uso de esta mezcla para garantizar la viabilidad de la inversión. Según estimaciones de Cutz, Tomei y Nogueira para suplir la demanda de etanol de 240 millones de litros (datos del 2020) se necesitaría una inversión de 3.8 millones de dólares para adaptar toda la infraestructura necesaria para transporte, distribución, almacenamiento y venta de la mezcla en Guatemala (Cutz, Tomei, & Nogueira, 2020).

Esto nos lleva a la pregunta de si es necesaria la intervención del Estado para la viabilidad en la implementación de un porcentaje de un aditivo que permita elevar la oxigenación del combustible. Esta cuestión se puede resolver desde varias perspectivas: socioambiental, económica y política. Por un lado, el argumento socioambiental es que el ha predominado en las regulaciones que obligan mezclar cierto porcentaje de etanol en los combustibles y parte de bases técnicas y científicas sobre el impacto de los combustibles fósiles en el medio ambiente.

El argumento económico es otro importante. Poner a competir diferentes tipos de combustibles dificulta la posibilidad de economías de escala que son esenciales para este tipo de mercados. Duplicar los procesos de distribución, transporte y almacenamiento sería inviable ya que generaría costos elevados para los intermediarios y reduciría el incentivo a producir etanol para consumo interno. Esto provoca que se tenga que optar por una decisión u otra, sea implementar cierto porcentaje de etanol en la gasolina o mantener el modelo actual de uso de combustible.

Finalmente, el argumento político parte de la necesidad de contar con independencia energética y fortalecer el sector agricultor, del que depende una gran cantidad de personas en muchos países. Por otro lado, el establecer una política de uso de combustibles alternativos también generaría ganadores y perdedores en el mercado. Los productores de etanol se verían beneficiados al poder vender su producto en un mercado en donde la demanda sería estable y el precio menos volátil, mientras que los importadores de combustible perderían una parte del mercado actual.

Conclusiones

  • La mezcla de aditivos en la gasolina para aumentar la oxigenación y, por lo tanto el rendimiento del combustible, es una práctica común en muchos países del mundo. En América, los países que han están a la vanguardia en la implementación de esta regulación han sido Estados Unidos y Brasil, quienes han aprovechado la producción interna de etanol como subproducto para reducir la contaminación del combustible, aumentar su independencia energética y migrar hacia energías renovables.
  • Esta regulación está sujeta a normativas gubernamentales que establecen determinados porcentajes obligatorios de oxigenantes en la gasolina, yendo desde un mínimo de 10% (E10) hasta 85% (E85). Las normativas gubernamentales permiten reducir los costos de transacción, fomentar las economías de escala y brindar certeza a todos los participantes del mercado. Algunas de estas normativas están relacionadas a incentivos que fomentan la inversión en el sector de biocombustibles.
  • El que un Estado defina una política de inclusión de etanol u otro biocombustible en la gasolina podría generar actores en contra y a favor de dicha disposición, por lo que una política debería contemplar estudios técnicos que justifiquen su implementación. Cualquier decisión, sea mezclar o no la gasolina, generará externalidades en muchos aspectos como el económico, político, social y ambiental. Esto significa que se debe tomar una decisión que contemple las externalidades tanto positivas y negativas de ambas decisiones, partiendo que el no modificar el mercado actual ya es una decisión en si misma.

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