Evolución de la IED en Guatemala en la última década
Guatemala es un país que cuenta con los recursos naturales, posición geográfica estratégica, salida al mar tanto en el Atlántico como en el Pacífico, cercanía con el mercado más grande del mundo, demanda de proyectos de infraestructura, crecimiento de la demanda de productos por su tasa de crecimiento poblacional, estabilidad macroeconómica, etc.
No obstante, la atracción de inversión extranjera directa aún no genera el impacto deseado en generación de empleo y crecimiento económico que Guatemala requiere para mejorar sus índices de desarrollo humano.
El Banco de Guatemala publicó recientemente las estadísticas sobre la inversión extranjera directa en Guatemala en el año 2020.
Sin duda, la pandemia afectó el desempeño de este indicador, pero se aprecia que existe una tendencia a la baja en el ingreso de inversiones extranjeras directas desde hace más de cinco años. Es decir que no ha habido una política de atracción de inversiones que haya logrado el incremento del flujo de inversiones hacia Guatemala. El promedio de inversiones en la última década alcanzó los US$1,181 millones de dólares. La meta actual del gobierno es de US$1,200 millones para el 2021.
Las remesas familiares, por su parte, han tenido un crecimiento constante llegando a alcanzar la cifra de US$11,300 millones, casi igualando las exportaciones del país en el 2020 que sumaron US$11,514 millones.
Es decir que el año pasado Guatemala recibió $12.39 dólares de remesas por cada dólar de inversión extranjera directa.
Es importante que Guatemala ofrezca las condiciones necesarias para atraer inversión extranjera directa, como certeza jurídica y un clima de negocios adecuado, para lograr mejorar la competitividad del país y generar fuentes de empleo de calidad que permitan mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos de manera sostenida.
